Cuando se trata de hablar del rol de la mujer en la abogacía, pocas cosas resultan tan satisfactorias como escuchar a Miriam Castillo y Carmen Iglesias. Ambas forman parte de la delegación cubana que participará en el Congreso INPIN 2024, organizado por la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil, y que promete abrir diálogos profundos sobre igualdad y empoderamiento en el ejercicio del derecho. Miriam y Carmen, junto a sus colegas Irina Ruiz y Lidia Duquesne, vienen desde cuatro provincias cubanas con una misión clara: exponer el avance y los retos de la abogacía en su país.
Miriam, abogada de bufetes colectivos en Cuba, habla con una convicción que no necesita adornos: “El empoderamiento de la mujer en nuestra profesión es un tema vigente y necesario. No es solo lo que hemos logrado, sino lo que aún nos falta por alcanzar.” Junto a Carmen, su compañera en esta investigación, presentarán una ponencia sobre la igualdad y el papel de la mujer en los bufetes cubanos.
Lo interesante aquí no es únicamente el tema, sino la manera en que ellas, a través de la experiencia personal y el trabajo colectivo, logran un enfoque tan integral. El comité de género que ambas mencionan, nacido hace solo dos años, ha sido clave para implementar estrategias que promuevan la participación activa y efectiva de las abogadas, no solo en lo interno, sino también en el servicio a las clientas que acuden en busca de asesoría legal.
Carmen añade con firmeza: “Nuestro comité de género revisa y adapta constantemente las acciones para que las mujeres no solo tengan presencia, sino que se sientan realizadas en su profesión.” La claridad de su discurso deja entrever el compromiso de estas abogadas con el avance de la mujer en el ámbito jurídico.
Por otro lado, Irina Ruiz y Lidia Duquesne traen a la mesa un tema igualmente trascendental: la educación de posgrado en ciencias jurídicas con un enfoque multidisciplinario. “El derecho no puede quedarse aislado en su propio universo,” afirma Irina con una mezcla de serenidad y pasión que cautiva. “Estamos inmersos en una dinámica global de cambio científico y tecnológico. No podemos ignorarlo, debemos integrarlo en la formación de nuestros profesionales.” Irina y Lidia destacan que la educación continua, más allá de la licenciatura, es fundamental para que los abogados cubanos puedan enfrentar los retos actuales de la sociedad.
El Congreso INPIN no es solo un espacio para exponer investigaciones, sino una plataforma para el intercambio de experiencias, y las delegadas cubanas lo saben muy bien. “Es nuestra primera vez en Guayaquil,” comenta Lidia. “Excepto por Irina, que ya estuvo aquí hace años, aunque en un contexto diferente. Esta vez venimos a aprender y a compartir lo que hemos vivido en Cuba.” La diversidad de enfoques y la oportunidad de dialogar con expertos de otras regiones es, para ellas, uno de los mayores logros que se pueden obtener en un congreso internacional.
El jueves 3 de octubre, a las 9 de la mañana, las palabras de Miriam, Carmen, Irina y Lidia resonarán en el INPIN 2024. Y aunque ya son conscientes de los avances que han alcanzado, saben que aún hay mucho camino por recorrer, tanto en la igualdad de género como en la adaptación del derecho a los tiempos modernos. Con un pie en el presente y otro en el futuro, estas cuatro mujeres abogadas de Cuba se preparan para seguir transformando su realidad, una ponencia a la vez.