El campus de la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil (ULVR) se convirtió durante siete semanas en un hervidero de innovación y aprendizaje colaborativo, donde estudiantes y emprendedores compartieron experiencias y conocimientos. Allison Rivera Rodríguez, estudiante de administración de empresas, cuenta con entusiasmo su experiencia: “Elegí estudiar en la ULVR porque la gente a mi alrededor está estudiando aquí y me dijeron que era muy buena, y sí es muy buena”. A sus 20 años, Allison se siente inspirada por las oportunidades que ha encontrado en la universidad.
“Vemos lo que hacen los emprendedores y les damos estrategias para que renueven sus emprendimientos. La innovación y las técnicas son clave para un buen líder”, comenta Allison, reflejando la esencia de este programa de vinculación. Los estudiantes, inicialmente tímidos, se van soltando y aprenden a medida que avanzan, encontrando en la práctica un complemento perfecto a la teoría.
Natasha Alomoto Beltrán, otra estudiante involucrada en estas actividades, describe el proceso como una simbiosis: “Vamos aprendiendo nosotros también. Ellos ya cuentan con un emprendimiento y nosotros no, así que aprendemos a cómo manejarlo. Nosotros les damos la teoría y ellos nos dan la práctica”. Este intercambio de saberes se enriqueció cada semana, con los estudiantes preparando las clases bajo la tutela de los docentes y respondiendo las preguntas de los emprendedores, facilitando un aprendizaje mutuo.
El máster Julio Pérez, responsable de vinculación con la sociedad de la carrera de Administración de Empresas, destaca el éxito del programa: “Los estudiantes han hecho un buen trabajo. Los emprendedores están contentos con estas actividades”. Con una feria programada para el 1 de agosto y la entrega de certificados el mismo mes, el impacto del proyecto se siente en toda la comunidad universitaria. “Tenemos alrededor de 60 emprendedores que han participado activamente durante estas semanas”, explica Pérez. “Ha sido una experiencia teórico-práctica, donde se ha intercalado una semana de teoría con otra de práctica durante las cuales ellos tuvieron que resolver preguntas específicas”.
La pandemia enseñó la importancia de la vinculación virtual, pero la presencial sigue siendo invaluable. “La vinculación presencial es mucho mejor porque hay un contacto directo con el emprendedor”, afirma Pérez, señalando que actualmente hay 18 estudiantes digitalizando información de los emprendedores para la Prefectura del Guayas.
El sábado 20 de julio marcó el fin de la capacitación a emprendedores de la Prefectura del Guayas. Milton Andrade Laborde, decano de vinculación con la sociedad, nos cuenta los planes futuros: “Nos queda planificar una feria con emprendedores y la clausura aquí en la ULVR. La feria será en la prefectura y les corresponde a ellos la organización”.
La ULVR no solo forma profesionales, sino que también contribuye activamente al desarrollo de la comunidad a través de iniciativas que promueven el aprendizaje mutuo y la innovación, creando un ecosistema donde todos crecen juntos.