En el corazón de la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil (ULVR), el pasado jueves 15 de agosto, el auditorio del edificio central “Ing. Com. J. Alfredo Aguilar Álava” se convirtió en un escenario donde la imaginación y los valores se entrelazaron en una jornada inolvidable. Esta actividad, parte de los Proyectos Integradores de Formación y Saberes (PIFIS) de la Facultad de Educación (FEDU), fue un viaje a través de las lecciones que la literatura infantil puede ofrecer.
Los estudiantes del cuarto semestre de Educación Inicial, guiados por el máster Salvador Rivera Orellana, docente de la asignatura Literatura Infantil, se enfrentaron al reto de dar vida a cinco cuentos inéditos, utilizando diversas técnicas como la dramatización, el teatro de sombras y el teatro de títeres. Cada grupo, con su particular visión y creatividad, nos recordó que los valores fundamentales se aprenden mejor cuando se viven y se cuentan.
El cuento “Nico-Chino”, por ejemplo, nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la higiene personal. A través de la historia de un niño que, al evitar el agua y el jabón, se convierte en el blanco de la indiferencia de sus compañeros, se nos presenta una lección clara: el autocuidado no solo es esencial para la salud, sino también para las relaciones interpersonales. Al final, Nico, tras un sueño revelador, descubre la alegría de estar limpio y ser aceptado, en un final que arrancó sonrisas y reflexiones en el auditorio.
“El Mundo Deseado de Chelsea”, en cambio, nos mostró que a veces los caprichos y el egoísmo pueden llevarnos a un vacío emocional. Chelsea, la protagonista, aprende por las malas que el amor de sus padres es más valioso que cualquier vestido o dulce que una bruja pueda ofrecerle. Este teatro de sombras cautivó por su técnica, y tocó fibras sensibles, recordándonos la importancia de valorar lo realmente esencial en la vida.
Otro momento destacado fue “El Viaje a Piraminator”, una dramatización que fusionó la fantasía espacial con la educación nutricional. En un mundo donde la comida chatarra es la reina, Elektra descubre, a través de un viaje a un planeta más saludable, que una alimentación balanceada es la clave para una vida mejor. Esta historia, que podría parecer simple, dejó en el aire una pregunta para todos: ¿qué estamos eligiendo en nuestro día a día?
Cada cuento, más allá de la técnica empleada, llevó consigo un valor intrínseco que resonó en la audiencia. Prudencia, amistad, higiene, respeto a los padres y alimentación saludable fueron los protagonistas invisibles que, entre risas y aplausos, nos dejaron una enseñanza duradera.
Al final de la jornada, la Master Norma Hinojosa Garcés, directora de las carreras de la facultad de educación, no escatimó en elogios para los participantes. Sus palabras, llenas de entusiasmo y satisfacción, resonaron como un eco de lo que fue una tarde llena de aprendizajes y emociones: “Ustedes no solo son maravillosos, son futuros profesionales que van a transformar el mundo. Los felicito desde el corazón”.
En este rincón de la ULVR, la educación se vivió de una manera diferente, recordándonos que los valores, cuando se cuentan con pasión, tienen el poder de cambiar vidas.